A los camaleones cubanos
Todo represor
Todo juez, fiscal o abogado que juzgó y encerró a opositores o manifestantes en Cuba.
Todo miembro de la Seguridad del Estado.
Todo militar de alto rango que haya dado órdenes de reprimir a la ciudadanía.
Todo el que haya sido ministro de la dictadura.
Todo el que haya sido diplomático cubano y haya participado en actos represivos de la dictadura.
Todo el que haya sido de la inteligencia cubana.
Todo el que haya sido agente de opinión y sigue su labor antimperialista en los Estados Unidos o en otras partes del mundo.
Todo músico o artista impulsado por las instituciones culturales cubanas, que claramente provoca al exilio cubano impulsando el discurso de la dictadura cubana.
Todo emprendedor o influencer que haya prestado sus espacios para que la Seguridad del Estado opere contra la ciudadanía.
Todo académico que pone su intelecto en función de la defensa de la revolución cubana, y del adoctrinamiento comunista.
Entre otros:
No pueden vivir en los Estados Unidos.
Ninguno de ellos puede disfrutar de uno de los países más libres del mundo. Ninguno de ellos puede tener una vida normal luego de haber formado parte de la maquinaria represiva de la dictadura comunista de Cuba.
Ninguno de estos mencionados arriba, puede estar comprando en Walmart o disfrutar de un partido de la MLB, cuando en Cuba fueron represores y le troncharon la vida a personas inocentes.
Ninguno de ellos puede vivir, ya no sólo en los Estados Unidos, sino en ningún país de la Unión Europea, ni en ningún país libre.
No tienen ese derecho.
Son personas que en Cuba persiguieron a opositores, activistas, defensores de derechos humanos, periodistas, artistas o escritores. Son personas que destruyeron vidas, que golpearon y dañaron a otros tanto física cómo mentalmente. Son personas que tienen a cubanos inocentes en cárceles macabras.
Son personas que aprobaron leyes para que siguiera creciendo la miseria de los cubanos, y para que el adoctrinamiento, la opresión y el miedo siguieran destruyendo el país.
Son personas que ejercen la represión silenciosa contra los opositores y activistas en el exilio.
Son personas que llevan el mensaje en alto de la revolución cubana y de Fidel Castro.
Son personas que crean el caos entre el exilio. Son personas que usan en las escuelas o instituciones internacionales, los mismos manuales de adoctrinamiento comunista que se usan en Cuba.
Ninguno de ellos puede vivir en los Estados Unidos, ni en España, ni en Japón.
Tienen que vivir en Cuba.
Tienen que formar parte de lo que han defendido toda su vida. Tienen que seguir construyendo el socialismo junto a Díaz-Canel y Raúl Castro. Tienen que tener el compromiso revolucionario y el altruismo comunista. No pueden defender la justicia social desde la cumbre del capitalismo. No pueden enarbolar la bandera del proletariado mientras se tragan una McDonald's. Es muy fácil defender la revolución desde el capitalismo, usando un iPhone 16 Pro Max.
Así que no tienen nada que hacer en los Estados Unidos, ni en ningún país libre. Basta de hipocresía.
Y aquí no cabe "ay pobrecito, ya cambió". No. La mayoría de ellos ni han pedido disculpas públicamente al pueblo cubano, ni a los familiares de las personas a las que les destruyeron la vida en Cuba.
Son represores, sean militares o de corbata, que siguen defendiendo al socialismo.
No hay que tener empatía con ninguno de estos represores. Son personas macabras que ayudan a que la dictadura comunista se mantenga en pie, y alargan el dolor, el sufrimiento y la tristeza de cada cubano.
Que los regresen a Cuba a disfrutar del picadillo de soya, los apagones, la inflación, la falta de comida, y la represión terrorífica que ellos mismos defienden.
Que canten "es la hora de gritar revolución, es la hora de tomarnos de las manos" pero que se tomen las manos en Cuba, de donde no tuvieron que salir.
Que los regresen a la Isla comunista que tanto defienden, que la disfruten.