Elecciones bajo una dictadura comunista: una mala idea para Cuba

Por Ariel Maceo


Hace unos días hubo elecciones aquí en Alemania y más allá de las diferencias políticas el pueblo alemán eligió lo que más le conviene a sus intereses, porque así es la democracia. ¿Saben dónde no hubo elecciones? En Cuba. Ni hoy, ni mañana, ni nunca mientras el régimen siga en el poder.


Ese régimen comunista odia y desprecia todo lo que pueda volver independiente al individuo. No solo la libertad, también el pensamiento crítico, la capacidad de elegir, de soñar.

 

Lo peor es que si mañana a la dictadura comunista de Cuba le diera por hacer un amago democrático (algo que están ensayando desde hace años y que se llama Cambio fraude) en el que permitieran unas supuestas elecciones libres, van a burlarse de todo el pueblo de Cuba y la cuenta del reloj de la dictadura va a regresar a 0.


¿Saben por qué la dictadura cubana ganaría esas elecciones aunque los votos de nuestro candidato opositores se contabilizarán por millones? Pues porque el partido comunista de Cuba tiene todo bajo su poder.


Ellos son los dueños de la televisión, la radio, las telecomunicaciones, el Internet, la sociedad civil, la policía, el transporte, la economía y el ejército. Y también tienen una de las organizaciones más criminales jamás existidas en la historia: los CDR.


Además sus propias leyes no permiten libertad de expresión, libertad de prensa y libertad de asociación. Fundar partidos políticos es ilegal, hacer campaña presidencial es ilegal. Hasta publicar un post en Facebook te puede llevar a la cárcel.


Teniendo en cuenta esto, realizar elecciones en Cuba, estando todo bajo el control del régimen cubano. Será un fracaso. No porque perdamos cómo oposición política en contra de la dictadura más nefasta del continente americano, sino porque ellos, los comunistas, no van a irse. 


No hay forma en la que pierdan teniendo todo bajo control. Aunque el candidato del régimen cubano no saque ningún voto, y le demos una paliza electoral por millones de votos de diferencia, y todo el mundo lo vea, igual van a ganar, porque ellos son los que cuentan los votos. 


Algo más importante aún, la dictadura castrista no permitirá ninguna garantía para la oposición cubana, porque en 66 años no lo han hecho. Lo que significa que la oposición no tendría ningún canal de televisión, ni ninguna emisora de radio, ni podría hacer campaña política en las calles. Tampoco dejarían votar a los cubanos del exilio. Tampoco dejarán participar a observadores internacionales de organismos oficiales de EE.UU o de Europa, o de algunos países de América Latina. Estarían como observadores, los sospechosos habituales: Gente de Venezuela, Nicaragua, México, Rusia, España, islas del Caribe etc. Será un mega fraude en toda regla, y nosotros lo vamos a propiciar.


Vean lo que pasó en Venezuela. Y Cuba no está ni cerca de la situación política venezolana en la que también le dieron una paliza política a Maduro, y sin embargo no pudieron concretar el triunfo, que en definitiva, es lo que cuenta en la vida. Y Cuba es 20 veces peor que Venezuela.


La realidad es que el candidato que elijamos para representar a la oposición cubana, más allá de las diferencias que existan, ganaría las elecciones. Los cubanos quieren ser libres. ¿El triunfo sería amplio? puede ser, pero no lo aseguro. Las raíces del régimen comunista de Cuba están bien profundas dentro y fuera de Cuba y siguen teniendo, como mencioné arriba, todos los recursos para contrarrestar lo que amenace con sacarlos del poder. 


Esa maquinaria terrorífica lleva 66 años en el poder. Si creo que nuestro candidato ganaría las elecciones hipotéticas, pero sucederá lo mismo que sucede en los países donde todo el poder descansa en el regazo de una cúpula militar: el triunfo democrático no podrá concretarse. Porque los que cuentan los votos, lo hacen con las armas cargadas en el hombro.


Y sí, el régimen cubano está dispuesto a masacrar al pueblo. Lo han hecho una y otra vez. Sabe la dictadura que su existencia es anómala, sabe la dictadura que su existencia es antihumana. Sabe la dictadura que su existencia no es normal. Y eso lo han defendido a punta de fusiles desde hace 66 años.


¿Esto es muy duro de asimilar? Si. 

¿Es una justificación para bajar los brazos y dejar de pelear por la libertad de Cuba? No.

Esto es sólo una pincelada de la realidad cruel que hemos vivido los cubanos durante tantas décadas sin que el mundo libre se metiera. 


¿Todo esto es definitivo? Tampoco. Igual hay que dejar claro que el camino hacía la libertad de Cuba es amplio, diverso y lleno de gente estúpida que quiere restaurar el socialismo. Pero ese camino de libertad también está lleno de hombres y mujeres de bien que van a ayudar a reconstruir esa Isla y que no van a permitir una gota de socialismo o comunismo. 


Eso sí, quien no tenga en cuenta lo que pueda suceder en Cuba en caso de unas elecciones hipotéticas promocionadas por el mismo régimen, sufrirá el golpe más grande de realidad en la historia de la Isla. Solo hay que ver como en Venezuela o Bielorrusia a pesar de tener una oposición articulada, con candidatos y candidatas aprobados por el consenso democrático, y siendo ganadores de sus elecciones presidenciales por amplio margen, han sido robadas descaradamente por los dictadores de turno.


Y no, no basta con que el mundo libre vea que Cuba se robe unas elecciones. Todos saben que Cuba es una dictadura comunsta.


De hecho, creo que lo más sensato sería decirle que no al régimen, cuando les dé por hablar de elecciones. ¿Saben por qué? pues porque será el momento en el que su margen de maniobra se haya agotado y estén pidiendo el agua por señas. Cuando ellos pidan pío tai, es porque ya se quedaron sin tiempo. Justo la situación crítica en la que están entrando si ningún otro país rescata.


Y 66 años de terror ya han sido suficientes.